LEY KARIN: Más que una Legislación, un Compromiso con la Dignidad Laboral

Abr 19, 2024 | ¿Qué está pasando?, Destacada

Por: Mónica Sanhueza/Colaboradora

Periodista y Coach – Natus Comunicaciones


La próxima entrada en vigencia de la “Ley Karin” representa un avance significativo en la protección de las y los trabajadores contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el entorno laboral.

Nombrada en honor a Karin Salgado, joven TENS que terminó con su vida en 2019, por el acoso laboral, la llamada Ley Karin modifica el Código del Trabajo y otros cuerpos legales para priorizar la prevención, investigación y sanción de esas conductas, abarcando tanto el sector público como el privado, e incluso las fuerzas armadas. A partir del 1 de agosto, la ley redefine el acoso como cualquier conducta de agresión u hostigamiento ejercida por el empleador o por uno o más trabajadores, en contra de otro u otros trabajadores, por cualquier medio, ya sea que se manifieste una sola vez o de manera reiterada (…) Independientemente de su género, raza o credo. Este enfoque inclusivo garantiza la igualdad de oportunidades para todos y todas, principalmente para las mujeres.

Las estadísticas hablan por sí solas. Entre enero de 2021 y septiembre de 2022, se interpusieron ante la Dirección del Trabajo un total de 2.827 denuncias, de las cuales el 64% corresponden a mujeres. Este dato subraya la urgente necesidad de abordar estas problemáticas de manera integral y efectiva.

Implementar la Ley Karin va más allá de cumplir con disposiciones legales. Requiere un compromiso real con el bienestar emocional y el desarrollo humano en el ámbito laboral. Es un llamado a las empresas, organizaciones e instituciones para que reconozcan la importancia del coeficiente emocional (EQ) de sus integrantes.

¿Qué dicen los estudios?

La Universidad de Harvard sostiene que el EQ predice el 75% del éxito laboral, superando incluso al cociente intelectual, a la hora de mantener y crecer en el trabajo. Esto muestra la relevancia de cultivar habilidades como la autoconciencia, la empatía y la gestión emocional para mantener un ambiente laboral saludable y
productivo. En este sentido, el rol de los líderes y jefes es crucial. Como señala Daniel Goleman, un líder que posee inteligencia emocional es capaz de comprender y gestionar sus propias emociones, y las de los demás, creando un entorno propicio para el crecimiento y el rendimiento de los equipos.

La comunicación efectiva, tanto verbal como no verbal, trabajar la escucha, los juicios y la retroalimentación constructiva, son pilares fundamentales para promover un entorno laboral basado en el respeto y la igualdad. Es imperativo que las empresas no solo implementen protocolos y medidas de prevención, sino que también fomenten una cultura organizacional que valore la dignidad y el bienestar de cada uno de sus miembros.

La Ley Karin representa un paso adelante en la lucha contra el acoso y la violencia laboral, pero su éxito dependerá en gran medida, de nuestro compromiso colectivo con la empatía, para construir un futuro laboral más justo y humano.

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